martes, 18 de octubre de 2016

Aprender a aprender



Los cuatro pilares de la educación, tema básico y de múltiple importancia para desarrollar el proceso de la enseñanza-aprendizaje dentro y fuera del contexto escolar. Éste tema es de gran importancia ya que nos muestra que un organismo internacional está arduamente interesado en que se lleve a cabo de manera real y eficaz dentro del aula de clase.

La práctica del docente puede tomar un giro o ir cambiando a lo largo de los años ya que un día no es igual a otro y una experiencia no es igual a otra, como parte fundamental de la formación docente es importante que se reflexione en y sobre la práctica, y con las nuevas experiencias se construya poco a poco la práctica de acuerdo a sus expectativas, prácticas y sobre todo de acuerdo a las demandas de los alumnos.

 Aprender a aprender ¿qué importancia tiene éste pilar del conocimiento para desarrollar un pensamiento crítico? Anteriormente, la forma de docencia era transmitir lo que el docente lograba comprender e interpretar de los libros que estudiaba y los alumnos tenían una actitud pasiva, tal como si fuera un proceso de domesticación, mejor definida como educación sistemática. La práctica docente necesitaba urgentemente un análisis, pero que por ende no se quedara en eso, sino que después de la reflexión  necesitaba un cambio que ayudara al educador a transformar completamente su experiencia y su labor.

Hacia los años 70´s surge el postulado “aprender a aprender” y con él revolucionaron los conceptos, fundamentos y las prácticas educativas. De ahí a la fecha, han surgido diversas formas de ver y desarrollar la educación, pero hasta nuestros días ha trascendido una en especial que deja de lado la dependencia con el profesor, deja atrás el pensar que la información recibida es más que suficiente y el alumno hace a un lado la pasividad y la receptividad y con la nueva instrucción el mismo alumno sabe que no es suficiente aprender a buscar lo fácil.



El aprender a aprender implica considerar el aprendizaje como un proceso durante el cual el alumno que recibe la información la interpreta, la analiza, la complementa con otra información, la reconstruye de acuerdo con sus experiencias, la relaciona con la realidad y la usa para interpretarla y actuar no solo en el ámbito educativo, también en la vida cotidiana y en los diversos conflictos que se le puedan presentar. 

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