miércoles, 18 de enero de 2017

¿Por qué son tan exitosas las escuelas Finlandesas?



Finlandia ha mejorado muchísimo en lectura, matemáticas y ciencia en la última década, en gran medida porque confían en sus profesores harán todo lo que haga falta para que los jóvenes salgan adelante. Si algún método les falla, consultan con sus colegas para intentar algo distinto. Cada 30 porciento de los niños finlandeses reciben algún tipo de ayuda especial.

La transformación del sistema educativo finlandes empezó hace unos 40 años, como el principal impulsor de la recuperación económica del país. Los educadores no se percataron de que fuera tan exitosa hasta el año 2 000, cuando los resultados del programa de Evaluación internacional de estudiantes, un examen estandarizado que se aplica a chicos de 15 años de edad en más de 40 lugares del planeta, revelaron que los finlandeses eran los mejores lectores del mundo. Tres años después, llevaban la delantera en matemáticas, y en 2006 Finlandia ocupaba el primer sitio en ciencias.

Sin embargo, no existen exámenes estandarizados obligatorios en Finlandia, excepto uno que se aplica al final del último año de bachillerato. No hay clasificaciones ni comparaciones entre alumnos, escuelas o regiones. Las escuelas finlandesas cuentan con financiamiento público. Las personas de las dependencias gubernamentales que las administran son educadores, no gente de negocios ni políticos de carrera. Cada escuela tiene las mismas metas nacionales y se surte de la misma fuente de educadores con capacitación universitaria. Debido a ello, un niño finlandés tiene altas probabilidades de recibir la misma educación de calidad sin importar dónde viva.

Es casi inaudito que un niño llegue a la escuela con hambre o sin tener un hogar. Finlandia les concede a los padres de familia una licencia de tres años por maternidad, así como guarderías subsidiadas y Kínderes para todos los niños de cinco años de edad, donde se enfatiza el juego y la socialización. Las escuelas proporcionan alimentos, atención médica, orientación a los padres y, de ser necesario, servicio de taxi gratis.  Todo esto para una mejor forma de vida.

Un relato sobre el apoyo entre docentes.

En un aula, dos maestras de educación  especial habían inventado una especie de enseñanza en equipo. Una de ellas, Kaisa Summa, el año anterior había tenido dificultades para controlar a sus alumnos de primer grado. Se Asomó al salón del grupo de segundo grado de la maestra Paive Kangasvieri, donde reinaba la calma, y se preguntó qué secretos podría compartirle su colega. Kaisa le pidió a Paive que juntaran a sus grupos en la clase de gimnasia, con la esperanza de que el buen comportamiento de los alumnos mayores fuera contagioso. Funciono. Paive es una maestra firme, mientras que Kaisa tiene un trato más afable. “nos complementamos”, dijo Paive. ¡Es un magnífico ejemplo de enseñanza coperativa!

“No hay educación si no hay una verdad que transmitir” (Fernando Savater) 







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