El juego es una tarea del desarrollo, un proceso de
exploración y experimentación del mundo. En él, los niños confrontan
situaciones que simulan la vida real y, al representar papeles, adquieren
habilidades para dominar tales situaciones. A través del juego se preparan para
entrar al mundo de los adultos y, al mismo tiempo, aprenden habilidades
fundamentales para la vida.
El valor del juego
Las investigaciones demuestran que el juego estimula el
cuerpo y el cerebro, y que es el mejor de los recursos para facilitar el
aprendizaje. La creatividad y la imaginación son las capacidades que más se
benefician con el juego, pero a través de éste también se desarrolla el
potencial emocional, físico y social del niño. Para que una actividad pueda
considerarse un juego debe tener las siguientes características:
- Elegirse libremente, sin sugerencias directas ni indirectas.
- Ser divertida y agradable.
- Ser motivante en sí; es decir, la motivación no debe provenir de ganar un premio por jugar.
- Ser experimental, con invención propia del niño; su imaginación debe ser parte del juego.
- Promover el interés y el compromiso entre quienes estén participando en el juego.
Los mejores juguetes
Con el incremento del poder adquisitivo en muchas partes del
mundo, y las grandes existencias de juguetes y juegos infantiles, algunos
padres cometen el error de comprarles demasiados juguetes a sus hijos, pues
creen que hacen lo mejor por ellos. Lo cierto es que la cantidad de juguetes
nunca superará la calidad. Concentrase en unos cuantos que sean un reto para tu
hijo, tomado en cuenta su nivel de desarrollo. El valor de los juguetes reside
en que los niños aprenden mejor por medio de actividades interesantes que
representen retos, sin que sean demasiado difíciles.
Características de un juguete educativo
Los juguetes para armar vienen en todos tamaños, formas y
grados de dificultad, y los hay para todas las edades, desde sencillos bloques
de madera o plástico hasta complejas piezas de metal. Estos juguetes pueden
considerarse guías porque incluyen instrucciones detalladas para cada paso, las
cuales ayudan al niño a desarrollar capacidades de planeación y formación de
secuencias, además de la creatividad.
Aparte de la posibilidad de construir, estos juguetes pueden
usarse con otros propósitos, pues estimulan habilidades de coordinación
ojo-mano, perseverancia y paciencia. Los
rompecabezas desarrollan la capacidad de concentración y ayudan al niño a
distinguir colores, tamaños y formas, perfeccionan sus destrezas manuales, le
enseñan el método de prueba y error y estimulan su pensamiento lógico.
Lo interesante es que estas técnicas son buenísimas para los niños, pero parece ser que hemos olvidado que en todas las edades se aprende mejor jugando, solo que creo que los adultos sobre todo, somos más aburridos y apáticos para practicar juegos. La técnica del juego es buenísimo para los niveles de secundaria y preparatoria.
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