Hola compas jaja compañeros les dejo esta interesante
información, me pareció muy importante compartirlo con ustedes.
Relata una doctora. Jamie A. Koufman. Es típico el caso del
restaurantero que vine a verla con síntomas de acidez estomacal, sinusitis,
escurrimiento posnasal, ronquera y tos crónica. Un paciente le dijo que siempre
salía de su negocio a las 11 de la noche. Al llegar a casa cenaba y luego se
acostaba. El problema del reflujo ácido, trastornó que se ha vuelto una
epidemia y que hoy día afecta a unas 4 de cada 10 personas. Esto se debe a que
nos alimentamos mal y consumimos azucares, grasas, refrescos y alimentos
procesados en exceso.
El reflujo puede provocar cáncer de esófago, que ha
aumentado muchísimo desde los años 70. Los fármacos que usamos para tratar el
reflujo, llamados inhibidores de la bomba de protones, no siempre funciona, y
según un estudio danés, hasta puede aumentar el riesgo de contraer cáncer de
esófago cuando se usa por periodos largos. El reflujo ocurre cuando el ácido
gástrico vuelve al esófago; acostarse con el estómago lleno hace mucho más
probable que haya reflujo. El estómago de una persona joven y sana normalmente
tarda unas horas en vaciarse tras una comida moderada. En los adultos mayores y
en los que padecen reflujo, el vaciamiento gástrico a menudo se demora. ¿Y si
comes un postre después de cenar o antes de acostarse? Casi sin duda tendrás
reflujo. Los postres suelen ser ricos en carbohidratos y grasas, y los
alimentos grasos con frecuencia retrasan la digestión y causan reflujo porque
relajan la válvula estomacal que normalmente lo impide.
Por lo tanto para evitar el reflujo tenemos que dejar de
comer al menos tres horas antes de ir a la cama. Para muchas personas, cenar
temprano es un cambio importante. Les exige planificar bien sus desayunos,
almuerzos y bocadillos con alimentos saludables, pero si queremos mantenernos
saludables y no contraer cáncer de esófago, debemos de tomarlo muy en cuenta.
Así que ya saben
compañeros a cenar más temprano. ¡Si se puede!
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